27 de abril de 2009

para no llamarte...

Para no llamarte ahogo mi voz en el sonido de las conversaciones cotidianas,
la convierto en palabras que no tienen nada que ver con lo que verdaderamente siento.

La hago decir que el calor,
que la humedad,
que los colectivos no llegan a horario,
que este verano se usará el verde, que tengo que leer el horóscopo.

Para no llamarte.

Para no llamarte me muerdo los labios, aprieto los puños.

Trato de olvidarme de tu nombre porque tengo miedo de gritarlo en sueños
y que el aire lo lleve a tus oídos y vos, al escucharlo,
te sonrías pensando que aún te recuerdo...

No debes saberlo.
Tenes que creer que ya te he alejado de mis pensamientos,
que no fuiste más importante que lo que yo fui para vos.

Pero todo es inútil. Es inútil que repita en voz alta que ya es suficiente.

Y es en mi empeño por olvidarte, donde revivís.

Y es en mi desesperación por no llamarte donde brota tu nombre,
se sube a mi garganta, me quema la saliva,
pone brío en mi voz y se multiplica en el eco del aire
para desparramarse hacia los cuatro puntos cardinales.

Mi tristeza te inventa, mi sed te corporiza...

cuando todo el valor se va agotando, me arrojo a los recuerdos,
cierro los ojos, vivo para adentro los momentos felices del pasado,

Pero entre ellos,vuelve la parte en la que me decís que no estás seguro de nada,

que lo nuestro...

Que tal vez...

Que es mejor separarnos por un tiempo...

Que...

Es cuando yo te digo: ¿Y ahora que hago con todo esto ? y te encoges de hombros murmurando "perdón".

Te vas sin volver la cabeza. Y me dejas sola con esa pregunta: voy a gritar tu nombre, pero callo.

No, no puedo llamarte ¿Para qué? Y así me hundo, me ahogo, pero no te llamo.

No te llamo porque no debes saber que aun sigo aca...no tenes que saberlo.

te pido un minuto a veces...

Te pido un minuto a veces...
intentando retenerte para que cambies de opinión...
pero sólo me das el tiempo que te sobra,
el espacio que nadie ocupa,
el vacío que te quedó...
Te pido me des la mano,
pero encuentro tu puño cerrado,
tan cerrado como lo está tu alma
y se me hace tan dificil acercarme a vos...

Te pido que me entiendas
y recibo quejas...
Te pido que me escuches
pero te perdes observando
cualquier otra situación...

Te pedí tantas cosas durante éstos meses
y no pude lograr que esas cosas nacieran de vos.
Y de tanto pedirte me olvidé de decirte
que sólo pido tu atención...

Era cierto cuando me decías
que entre los dos
sólo yo siento las cosas de esta manera...

Te pido un beso robado,
un recuerdo entre tantos otros,
un pedacito de tu historia.
quizás, que te acuerdes
que alguna vez, te hice sentir mejor...

Hoy te pido que me mires,
como alguna vez lo hiciste.
Hoy te pido que confíes en éste corazón.
No te rindas ni me dejes rendir,
que el tiempo siempre tiene su razón.
No me sueltes ni te alejes;
dame la oportunidad de ser felices...
solo eso...

Pero tenías razón…
Cada vez que decías
que entre los dos,
sólo yo sentia las cosas de esta manera...